domingo, 9 de agosto de 2015

MI LIBRO:ME CASE!! Y AHORA? Autor: Angelica Fuentes

CAPITULO I

Todas soñamos con ese día, lo planeamos, lo deseamos…. ¿Cómo será? ¿Con quién será? ¿Cuándo será? “el día de nuestra boda”. Desde que somos niñas, jugamos a la muñecas pensando en un matrimonio; la televisión nos muestra que los finales felices terminan con un matrimonio; los consejos de nuestros padres es el de encontrar un buen esposo para tener un buen matrimonio. Por todos lados lo vemos y lo escuchamos, MATRIMONIO, MATRIMONO, MATRIMONIO, y  crecemos con esa idea.

“Para contarles un poco mi experiencia, el matrimonio de mis padres no fue un buen ejemplo de felices para siempre, crecí viendo a un padre, que no dormía en la casa, una madre que se desvelaba y lloraba por su ausencia; muchas discusiones, peleas, desacuerdos, yo estaba pequeña pero con la edad suficiente para entender que mis padres no podían estar juntos, entonces ¿qué tipo de matrimonio era? ¿Porque se casaron? ¿Cuánto tiempo debemos estar con esa persona para darnos cuenta si es el correcto o no? Muchas preguntas… pero sin respuestas que solo el tiempo y las experiencias me fueron dando”

Nuestros noviazgos se vuelven una prueba donde vemos si él es el indicado o no; si la relación fue corta, pues algo se aprendió y lo que no sirve que no estorbe, pero cuando la relación es larga nos montamos en la película ¿si será él? Entonces nuestro comportamiento se convierte de novias a mujer de hogar, empezamos a atenderlo más, le demostramos que cocinamos, nos mostramos siempre bellas incluso si nos ven recién levantadas que nos vean aún más bellas, lo llevamos a todos los eventos que realiza la familia y no podría faltar la invitación a un matrimonio de alguna amiga, mostrarle lo bello que sería casarse y al final ganarnos el ramo para que sienta la presión de todos que digan – serán los próximos.

“Tuve alguna vez una relación que duro mucho tiempo, fue un noviazgo largo, donde hubo muchos planes, muchos sueños, pero todo fracasó, él no era para mí y yo no era para él, el problema fue que nos dimos cuenta 4 años después de relación; ¿tiempo perdido?¿se aprendió algo para la vida? ,SI, que éramos muy jóvenes para pensar tan pronto en un matrimonio, que debíamos esperar más y conocernos lo suficiente para enfrentar ese nuevo reto, porque que rico es disfrutar primero de nuestra juventud antes de dar ese paso tan importante, que rico es salir con amigas, ir a cine, fincas, playas, hacer planes de viajes, estudiar otra carrera en fin… nos dimos cuenta de eso y cada uno siguió un camino diferente”.

Nuestros noviazgos se convierten en una prueba cada vez que hablamos de matrimonio, porque la mayoría de los hombres en una visita matutina a nuestra casa lo último que quieren es hablar de esos temas y nosotras que no perdemos la oportunidad de decirlo “el dia que nos casemos amor...”


Tenemos que admitirlo chicas pero casi siempre sola soñamos con ese día, ya que para el hombre la boda puede ser más importante el después de la fiesta que antes o durante de esta; inclusive pasan los meses, pasan los años y solo se nos presenta la oportunidad de decir indirectas – ¿y cuando llegara ese anillo? O que los amigos ayuden diciendo- ¿y cuándo es que se van a casar? Y que no suceda nada!! Que tristeza… entonces esperamos el anillo el día del cumpleaños, el día del aniversario, el día de la mujer, el dia del amor y la amistad, en navidad y NADA, NADA, NADA; nos revuelven sentimientos de decepción, frustración, tristeza, aunque vamos asimilando que a lo mejor no ocurra, muy en el fondo no perdemos las esperanzas de que si suceda...

No hay comentarios:

Publicar un comentario