martes, 21 de noviembre de 2017



CAPITULO IV

¡ME CASE! ¿Y AHORA?

 He ahí la gran pregunta…
Muchas vivimos experiencias diferentes, algunas difíciles otras fáciles de llevar, pero lo que importa en todo esto es el futuro que debemos formar con nuestro esposo sin importar dónde, cómo, con quién.

Quiero contarles algunos casos que se pueden presentar cuando estamos recién casados y sobre todo desubicados, a partir de experiencias de personas cercanas a mí.

Primer caso: Casarnos y no tener donde vivir, entonces es cuando nos toca hacerlo con nuestra madre mientras algo sale. Quizás al principio puede parecer cómodo ya que seguimos en el “hotel mami”, pero después al pasar los días nos damos cuenta que las responsabilidades han cambiado, que ahora somos mujeres casadas y que también debemos responder económicamente, aportar para la comida, pagar los servicios, colaborar con los quehaceres de la casa y sobre todo darnos cuenta que no mandamos y que la autoridad de nuestro esposo  es vana.

Entonces es cuando comienza todo este martirio, discusiones de nuestra madre con nuestro esposo y nosotras en la mitad de los dos.

Esto no debe ser así, sí decidimos casarnos es para formar nuestro propio hogar porque muy claro lo dice la biblia:
“Y dejara el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y juntos serán una sola carne” (Génesis 2:24)

Segundo caso: que se presenta es vivir con nuestra suegra, hay muchas donde la convivencia puede ser buena, donde la suegra respeta los espacios, incluso nos convertimos en hijas para ellas; pero también existen suegras donde son sobre protectoras y sus hijos aunque  ya son adultos, siguen siendo sus bebes, esta experiencia es un poco más difícil porque la convivencia se vuelve dura, donde dejamos de ser las esposas a convertirnos en las mujeres que se encargan de los quehaceres del hogar, donde cualquier cosa que digamos podría ser usada en nuestra contra y sucede el caso contrario, las discusiones entre nosotras vs las suegras y nuestros esposos en medio de las dos.

Depende de nuestros proyectos y pensamientos que nuestro futuro sea diferente, después de casadas ahorrar para comprar nuestra casa propia sería fenomenal, pero también vale el sacrificio de pagar el alquiler de una casa con tal de tener la paz y la tranquilidad en nuestro matrimonio y eso no tiene precio.

Tercer caso:   Es el de tener una casa donde vivir con nuestro esposo, estar los dos solos, bajo un mismo techo, con nuestras propias reglas, que si queremos levantarnos tarde, comer fuera de casa, tantas cosas que podríamos hacer, es nuestro mundo, es nuestro hogar y solo los dos disfrutar de las mieles del amor sin terceros que se opongan.

Es importante tener en cuenta que al momento de casarnos ante Dios estamos haciendo un pacto, es decir un compromiso hasta la muerte, ya dejamos de ser dos para convertirnos en uno solo, es promesa de lealtad y fidelidad.

Este pacto también significa intercambiar nuestros cuerpos, los bienes se vuelven en común,  las posesiones no son mías ahora son nuestras, también el pacto es morir a la vida independiente, por esta razón se sella con un juramento que serían las promesas que hacemos ante Dios.

El 70% de un matrimonio depende exclusivamente de la mujer, depende de nosotras si es ameno o una tortura nuestro matrimonio, si nos levantamos malgeniadas es una discusión segura con nuestra pareja, si nos fue mal en el trabajo, si estamos en nuestros días hormonales, en fin… como dice en la biblia
“la mujer sabia edifica su casa, más le necia con sus manos la destruye” (Proverbios 14:1)

Es por esto que quiero compartir con ustedes una serie de funciones que debemos tener en cuenta dentro de nuestro matrimonio para que las cosas fluyan de la mejor manera:
 “En lo personal me ha resultado excelente”

Funciones del esposo y la esposa
-El esposo es Reafirmador; quiere decir que las esposas necesitamos ser amadas, que nos reafirmen todos los días el amor que nos tienen y reforzar su fidelidad a la relación, no solo de palabras sino de hechos.
-La esposa es Soporte; los esposos necesitan ser respetados y honrados, cuando nosotras las esposas prestamos nuestro apoyo, el hombre está más dispuesto a enfrentar el desafío sin criticar.
-El esposo es Líder; la responsabilidad final de liderazgo radica en el esposo, esto trae estabilidad en la familia y firmeza a pesar de las circunstancias.
-La esposa Ayuda Idónea; esta es una función vital para nosotras las mujeres ya que significa que debemos rodear a nuestros esposos con apoyo, exhortación y consuelo.
-El esposo es el que Suministra; provee las necesidades básicas de su hogar, está al frente de todo lo que haga falta tanto en su casa como en su matrimonio.
-La esposa es Administradora; La administración hábil y bien dirigida multiplicará lo que nuestro esposo ha provisto, como esposas ahorremos sabiamente y produciremos mucho más.
-El esposo Reconciliador siempre está dispuesto al acuerdo y a la restauración, ser rápido y constante para perdonar a su esposa e hijos.
-La esposa Conciliadora cuidemos a nuestro esposo y familia, perdonando rápido sin guardar ningún registro de las discusiones o problemas del pasado, siempre utilizando palabras para amar y construir, nunca palabras para destruir.
-El esposo Enamorado ama a su esposa, es sensible ante sus necesidades del espíritu, alma y cuerpo, es importante que las esposas sepamos que estamos amparadas por nuestros esposos, deben protegernos y no dejarnos solas ni abandonadas.
-La esposa Enamorada; es un honor para nuestros esposos que no nos descuidemos en el arreglo y que mantengamos una apariencia agradable, interesémonos en lo que a nuestro esposo le gusta hacer, haciéndole saber que lo honramos y lo respetamos, diciéndole cosas bonitas como  cuando éramos novios, admirando y apreciando lo que es y lo que hace.
-El hombre Autoridad; los esposos tienen que asumir una posición firme e intransigente contra las cosas que puedan destruir su hogar, teniendo a su familia bien dirigida, teniendo una correcta exhortación acompañado de amor y aliento, siempre levantando y edificando a su esposa e hijos.
-Esposa creatividad; talentos y dones nos ha dotado Dios únicos en cada mujer; utilicemos lo que tenemos y en lo que somos buenas, rompamos la rutina, seamos creativas con nuestro esposo, variemos las comidas, inventemos salidas, tengamos la iniciativa y explotemos esos dones y talentos que Dios nos ha dado.

Son funciones básicas, que si las ponemos en práctica nos resultará una mejor convivencia, no prometo que no tendrán problemas, pero sí tendrán la seguridad y la confianza de cómo solucionarlos.

En el matrimonio podemos vivir muchas cosas que podrían causar una separación incluso el divorcio y una de esas es el no vivir en común acuerdo; existen varias maneras en que las parejas pueden llegar a un acuerdo:
1 Sin conflictos: Dialogar sin pelear, podemos considerar alternativas y escoger la mejor; en este caso sería la opción correcta.
2 Buscar opinión de un experto: Buscar esa tercera persona que dé una opinión neutra para guiarnos y tener en cuenta su experiencia.
3 Concesiones: Cada conyugue presenta su propia opinión y se concede la mitad de ambas partes.
4 La ley del más fuerte: Ambos estamos convencidos de que nuestra opinión es la respuesta correcta y luchamos en cuanto a cual decisión tomar hasta que uno de las dos partes cedas.
5 Manipulación: “si lo haces a mi manera te daré”… (Dinero, sexo, comida etc.)
6 La lógica contra la emoción: uno de los dos puede presentar una defensa lógica (casi siempre el hombre), mientras que el otro presenta una defensa emocional (las mujeres), casi siempre ganamos.
7 Indiferencia: Uno de los dos considera el tema importante, mientras que al otro le da igual la decisión que se tome
 Si no hay acuerdo, no hay paz, no tenemos por qué culparnos uno al otro de nuestros fracasos,
“te lo dije” “siempre crees tener la razón”
Y no le pidamos a Dios para que nuestra pareja “reaccione” y vea las cosas a nuestra manera, mejor pidámosle a Dios su voluntad y El hará; que lindo es armonizar juntos como una sinfonía.

Ya hemos pasado por tantas cosas, por tantos procesos, como el noviazgo, el compromiso, la boda, la convivencia; quiero dejarles plasmado en este libro un tema que puede ser tabú para algunas o liberador para otras, se trata de  la intimidad sexual.

Hoy en día muchas mujeres toman la sexualidad como algo cotidiano, como hablar del cabello, de zapatos, de ropa, ya se ha perdido el pudor, el respeto hacia la mujer y más porque nosotras hemos permitido que así sea.
 Ahora tenemos un novio que no sabemos si va a durar la relación o no y aun así tenemos relaciones sexuales con él, ¿Con qué intención? ¿De lograr “agarrarlo”? o ¿Demostrarle que somos expertas en el tema? Y de lo que no nos damos cuenta es del daño tan grande que nos estamos haciendo, a nuestro cuerpo, nuestra alma y sobre todo a nuestro espíritu.

Nos damos cuenta de los errores que cometimos cuando ya estamos casadas, que nuestro esposo no fue el primero y sentir que pudimos esperar, ya en ese momento es cuando te arrepientes de todo eso.

Quisieras retroceder el tiempo pero es tarde, ahora lo que haremos es aconsejar a nuestros hijos que no cometan los mismos errores que cometimos, con el temor de que ellos digan las mismas respuestas que nosotros le dábamos a nuestros padres.

Mujeres no pierdan su dignidad, el cuerpo se deteriora, su rostro envejece, no se dan cuenta pero los que están alrededor sí. Imagínense ustedes que terminamos con ese chico y luego viene otro y otro… y así sucesivamente sin contar con las mujeres con la que estuvo el chico y los chicos que estuvieron con esas mujeres…. Es una cadena interminable que solo tú puedes romper.

Cuando tenemos intimidad con nuestra pareja, nos volvemos uno solo y hay una entrega total, por eso es importante que nos conservemos para nuestro esposo, nos guardemos para él, que cuando llegue ese momento la satisfacción de saber que tú seas para él y asimismo él para ti lo cual se convierte en una mágica entrega de amor.

Saber entender lo que a nuestro esposo le gusta, que él sepa lo que nos agrada, ser creativas en la cama, nunca negarnos a estar con él, porque el peligro está, lo que no encuentra en la casa lo encuentra en la calle, es real; debemos ser mujeres, amigas, esposas, compañeras, amantes, cumplir todos los papeles que nos corresponde y tendremos un matrimonio excepcional.


Escribí este libro con tanto amor y dedicación para cada una de ustedes, abriéndoles mi corazón y mi vida, con la intensión de que se den cuenta  que el matrimonio no es solo una fiesta fantástica, ni un vestido hermoso es algo que trasciende mucho más allá, deseando que tengan en cuenta mi experiencia y consejos para que sus futuros matrimonios o para las que ya estén casadas, no se conviertan en uno más de la lista de divorciados en Colombia, sino que sea un matrimonio que marque la diferencia y sea ejemplo para los demás.

Con mucho cariño para ti...


EDICIÓN
Angélica Urzola Mosquera

AUTORA Y ESCRITORA
 Angélica Fuentes Ruiz

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio
sin el permiso escrito del autor 

La Obra se encuentra registrada en la Dirección Nacional de Derechos de Autor
Rad 1-2017-99793










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